EMERGENCIAS: CONSTRUYENDO EN EL LIMITE Este artículo tiene 647 palabras. Palabras Clave: Situación límite |
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Construyendo en el límite by Vicente Guallart Comprender la naturaleza de las cosas para actuar sobre el mundo. Así comienza la arquitectura. Los estados límite pueden proporcionar información sobre la naturaleza de las situaciones centrales, estables, normales. En el límite está lo desconocido, aquello que no se comprende, pero que al pensar en ello descubrimos nuevos puntos de vista sobre nuestra realidad próxima. Me interesa plantear un problema sin conocer la solución de antemano. Actuar en el borde del abismo, donde hay que asumir el vértigo que produce lo desconocido como estado permanente para poder crear nuevas realidades. Utilizar las técnicas adecuadas al problema planteado. Afrontar los proyectos como una acción que mira al futuro. Los edificios se usarán en el futuro. La arquitectura construye siempre para el futuro. La ciudad necesita renovarse. Debe crecer dentro, reformarse sobre sí misma, reciclarse. Éste es un problema ecológico que no admite sentimentalismos. De otra manera volverá a desarrollarse el síndrome del Liceo: Para conservar una cosa hay que actuar sobre ella. De otra manera se degenera y destruye. O se quema. Es necesario el reciclaje urbano. ¿Por qué crecer constantemente en la periferia, con una baja densidad, cuando en el centro se abandonan espacios semiconstruidos o semiderruidos? ¿Qué costes energéticos implica este crecimiento incontrolado? ¿Qué costes infraestructurales? ¿Por qué crecen las ciudades si no crece su población? El territorio que envuelve las ciudades, el paisaje, es algo que hay que conservar como si de oro se tratase. Tiene un valor incalculable. Es patrimonio de una cultura. Es un activo económico de un país. Y hay que actuar sobre él con la escala necesaria. Hoy, todo el territorio ha sido domesticado por el hombre mediante autopistas, mediante incendios o mediante cultivos. La naturaleza natural ya no existe. Todo es naturaleza artificial. Ciudad y territorio. La construcción de la ciudad es un problema cultural, pero entendiendo la cultura en su sentido más amplio, es decir, aquél en el que interviene la economía. La cultura manifiesta la realidad de un pueblo en el tiempo. Sus aspiraciones y sus necesidades vitales. La cultura es el motor de la economía. Crear un producto siguiendo las pautas del mercado, publicitarlo dirigiéndose a las personas adecuadas en el momento y en el medio adecuados, y venderlo al precio máximo admisible tras invertir lo necesario en su producción, es un problema cultural. Dentro de diez años el problema será diferente y el producto también. Los edificios son un producto más de nuestro tiempo. Me interesa pensar en una arquitectura contemporánea en el sentido clásico, que se compromete con su tiempo. La única manera de ser atemporal es ser absolutamente temporal. Que los edificios reflejen la hora y el minuto en que fueron pensados y construidos. Así se ha hecho siempre la arquitectura. VIVIENDA EN EL LIMITE DE LA CIUDAD CLIENTE: Quisiera tener una casa grande. De niño vivía en una casa convencional, con un salón en L y una pequeña habitación desde la que se oía la televisión constantemente. Ahora me gustaría disfrutar de un gran espacio, muy alto, con mucha luz y pocos muebles. La habitación estará en la planta superior, mirando hacia las montañas. ARQUITECTO: Es una buena idea. CLIENTE: Además quisiera tener un jardín, con árboles y flores, con pista de tenis y piscina, pero no quisiera tener que cuidarlo, como hacía mi padre con su pequeño huerto. ARQUITECTO: Lo haremos todo artificial. Césped de plástico, árboles de hierro, montañas artificiales con la tierra excavada, flores con luces de colores... No será un proyecto "consolatorio". CLIENTE: Pero el presupuesto del que dispongo es muy bajo. ARQUITECTO: Lograr el máximo de calidad a un bajo coste es un buen reto. Construiremos un edificio noble partiendo de materiales sencillos. CLIENTE: ¿Cómo lo conseguirás? ARQUITECTO: La casa será dura y confortable; abstracta y natural simultáneamente. Conversación Propietario-Arquitecto el día del encargo (Lliria, 19/3/1994) |